lunes, 30 de enero de 2017

FRANCISCO DE GOYA Y SU VISIÓN DE LA GUERRA

El pintor Francisco de Goya realizó las obras de “La carga de los mamelucos” y “los fusilamientos del 3 de mayo” en 1814 y los “desastres de la guerra” entre 1815-1820, una vez terminada la guerra de Independencia. 


A lo ahora de realizar nuestro análisis sobre la visión del aragonés deberemos tener en cuenta que los dos primeros lienzos son pintados con una visión patriótica, debido a que Goya es investigado por ideología afrancesada, mientras que, en los “desastres de la guerra” este problema no es tan pronunciado. 


Como bien decíamos, “los mamelucos” y “el tres de mayo” muestran una exaltación del pueblo español y su valía para expulsar al extranjero. Sin embargo, ambos reflejan claramente el sin sentido y la atrocidad de la guerra. El primero da una visión caótica de las calles de Madrid, el pueblo español asedia sin descanso a los mercenarios egipcios que presentan rostros con los ojos desorbitados pidiendo clemencia. El pánico de las tropas francesas se mezcla con la sed de sangre creando un conjunto que intenta reflejar el valor del país invadido y secundariamente el placer incoherente que parece obtener con los asesinatos. En su compañero, el pintor se esfuerza por sacar la parte más cruenta de los fusilamientos que se produjeron justo la jornada de después de la revuelta. Para ello se usan cuatro elementos clave, el primero, el español con la camisa blanca y los brazos en cruz que resalta claramente sobre el resto del cuadro y cuya expresión en su rostro trata de ejemplificar las atrocidades cometidas en esa guerra; el segundo son el resto rebeldes que esperan su turno con las manos en la cabeza y pidiendo clemencia; el tercero serían los cuerpos que yacen de los que ya han sido ejecutados junto con su sangre derramada por toda la escena cuya principal intención es añadir dureza a la imagen; el último elemento relevante son los soldados franceses, sus rostros no son representados, pues no es necesario, actúan como simples máquinas que llevan a cabo sus órdenes. Pese a que resalta claramente la valentía española, Goya también pretende mostrarnos las muertes incoherentes que se produjeron. No obstante, esta intención se encuentra mucho más marcada en el conjunto de sus 82 grabados que forman los “desastres de la guerra”. En ellos, el artista se limita a representar las escenas más desagradables que se produjeron durante la guerra sin diferenciar entre ambos ejércitos, simplemente refleja las hambrunas sufridas en ese período intentado provocar rechazo en el espectador. Probablemente, su intención era evitar que la sociedad volviera a repetir una guerra como la de la Independencia.
         

Como conclusión podríamos decir que la postura que Goya refleja sobre la Guerra gracias a sus obras es de completo rechazo, puesto que se centra y se recrea con la representación de escenas extremadamente desagradables y relacionadas con ese suceso. Quizás, su pretensión última fuera concienciar a la población sobre el sin sentido de las luchas. 

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