martes, 17 de enero de 2017

LIBERTAD DE IMPRENTA E INQUISICIÓN

Hoy, vamos a escribir sobre la libertad de imprenta y de la Inquisición, concretamente referido todo ello al período en el que más se luchó por extinguirla. También intentaremos analizar cómo nos afectaría hoy en día a nosotros de seguir todavía vigente.

Las torturas de la Inquisición

Si nos fijamos en el cuadro de Francisco de Goya Auto de fe de la Inquisición, realizado entre 1815 y 1819 observamos precisamente la celebración de un Auto de fe por el tribunal de la Inquisición. En la obra Goya destaca a los reos que visten llamativos sambenitos y capirotes. De fondo, aparecen, en unas dos o tres primeras líneas, personajes vinculados a la Iglesia que parece que disfrutan con el “espectáculo”, en especial el inquisidor vestido de negro y resaltado en el centro. En el resto de la enorme sala aparecen más difuminadas las caras de lo que parece ser el pueblo llano, con esto Goya pretende resaltar más si cabe el deplorable juicio y manifestar su rechazo completo a la Inquisición y a la Iglesia, que se encuentra detrás de él.

Auto de fe de la Inquisición de Francisco de Goya

Pero, ¿a qué atacaba la Inquisición? Su principal función era impedir completamente la libertad de expresión, con la intención de evitar que se dieran influencias intelectuales contrarias a la Iglesia católica y a la Monarquía absolutista y para ello sancionaban y reprimían cualquier expresión que fuese en contra de sus dogmas y que criticará a cualquiera de estas instituciones. Para ello, antes de ser publicadas, todas las obras pasaban por el filtro de la Inquisición, que se encargaba de censurar todo aquello que considerara oportuno. Sin embargo, puede que el hecho de realizar una censura tan estricta impidiera que la Inquisición lograra sus objetivos, puesto que, al prohibir la publicación de estas obras, lo único que consiguieron a largo plazo fue aumentar la curiosidad de los individuos por esas censuras e interesarse más si cabe por su contenido, consiguiendo así el efecto contrario al deseado, ya que la población era conocedora de las censuras que se estaban llevando a cabo.

La censura de la Inquisición

Afortunadamente, hoy en día, no nos vemos sometidos por una institución como esta. Si en nuestra época actual no hubiera libertad de imprenta y expresión, lo más probable es que todos los medios de comunicación estuvieran dirigidos directa o indirectamente por el Estado o la Iglesia. Además, nadie se atrevería a publicar en las redes sociales para evitar dar a conocer su ideología y, desde mi punto de vista, el efecto de mayor gravedad que esto tendría sería a la hora de ir votar, puesto que la población no tendría una buena percepción de la situación política y eso dificultaría el cambio de Gobierno de unas elecciones a otras. Poco a poco nos iríamos acercando a una situación similar a la descrita por George Orwell en su novela 1984


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